martes, 17 de diciembre de 2013

DE LOS DOMINGOS POR LA TARDE

Los domingos por la tarde tienen un poco de todo. Tienen un halo diferente y maravilloso.  Me traen a la cabeza desde un cuadro de Seraut, una canción de la Cabra mecánica o unas buenas risas rememorando la noche pasada con una importante resaca. Pero, sin duda, lo más importante, para mi siempre serán recuerdos. No sé, quizá sea una virtud, eso de echar la vista atrás y tener presentes hasta los olores de determinados momentos. Otras cosas no se me quedan en la memoria; me suelo quedar con lo importante, de una u otra etapa; pero siempre recuerdos. En ese aspecto me parezco un poco a Garci, pero no mucho más, salvo en el gusto por algún que otro film. 

En mi infancia más temprana recuerdo el volver del pueblo. En esas tardes-noches en que uno llegaba prácticamente exhausto de estar jugando por la calle, se calientaba un poco a la lumbre y directo al coche, que al día siguiente había cole. En el coche, sin duda, fútbol. Seguramente "Tiempo de juego", que por aquél entonces lo dirigía José María García y que mi hermana y mi madre no se estusiasmaban demasiado con la idea, pero los varones de aquél coche luchábamos con ellas y las frecuencias para poder llegar hasta Salamanca escuchando aquél gol de Romario. 

El frío siempre ha estado presente en la idea de los domingos por la tarde. Volviendo de algún campamento, de reuniones de scout con un viejo coche empañado o pasando mucho frío en el Estadio Helmántico. Salamanca supongo que también es lo que tiene, un gélido invierno.

Una nueva adquisición de estas últimas temporadas es el bajar de la montaña. Suele hacer mucho frío, poca luz, nieve y unos buenos torreznos del pueblo de al lado esperándonos. Los bares de los pueblos son, no sé; diría el punto de encuentro mas particular que hay en los núcleos rurales. Suelen tener a los parroquianos más singulares jugando a las cartas todos los días del año. Pero en invierno esa singularidad se hace mucho más latente y se junta, en este caso, con el montañero que baja de la cumbre, al lado de una chimenea, jugando a las cartas, probablemente fumando dentro; y los otros que bajamos contando las anécdotas del camino mientras saboreamos ese primer trago de cerveza en la mejor compañía. No hace falta más.

Y volviendo a casa desde el campamento, desde la cima más alta, desde mi Salamanca o desde ese Madrid cercano ahora. El coche siempre caliente y sintonizada la radio, el medio de comunicación más cercano y sin el cual gran parte de mi formación intelectual no sería la misma. -Intelectual por decir algo.- Así que gracias a la radio por esos domingos por la tarde. Que serían domingos por la tarde, claro, pero no serían lo mismo.

martes, 10 de diciembre de 2013

GRACIAS, MADIBA.

Una de las primeras lecciones que aprendemos en la escuela es aquella que dice que los seres humanos nacemos, reproducimos y morimos. Cierto, aunque no todos lo hacemos de la misma manera; y Nelson Mandela es un claro ejemplo. Sus últimos días de vida  han sido un eterno morir, pero muy bien muerto; como aquella genial escena de "Amanece que no es poco", en la que un médico consuela al hijo del fallecido diciéndole lo bien que se está muriendo su padre. Pues eso. 

Mandela nace un 18 de julio, sí, sí, un 18 de julio, una de estas casualidades de la vida y otro día de san Federico, pero en este caso de 1918. Pertenece al Clan de los Madiba, una de las familias que componen los Xhosa y de las infinitas tribus que conforman, la que segun decía Margaret Tatcher, era la ingobernable república de Sudáfrica. Supongo que por ello dejaron al país vendido tras la descolonización. Mandela comienza a trabajar como abogado regentando el primer despacho dirigido por un negro en Sudáfrica, hacia 1953, en medio de un país comido por el odio entre blancos y negros. Donde el veinte por ciento de la población -blancos- aniquilaban y exterminaban al ochenta por ciento restante -negros, sobra decir-. Esto es lo que en los telediarios de todo el mundo hemos oído estos días como la política del aperhaid. El Aperhaid llevo a cabo la creación separada de lugares para blancos y negros, de ocio, transportes públicos, lugares de culto - ya que dios no se fija en los dólares, pero sí debía hacerlo en el color de la piel- incluso la prohibición de relaciones sociales y más aún, matrimonios. Sudáfrica sin darse cuenta se había metido el tren de la Historia y había parado en la Alemania de los años treinta. Y mientras, ahí estaba la potencia colonizadora, adalid de las libertades en el mundo entero, al igual que hoy día repartiendo lecciones magistrales de cómo invadir países para imponer regímenes democráticos. 

Madiba había entrado en política unos años antes y hacia 1960 la discriminación y exterminio social de la raza negra era brutal.  Así, Mandela se convierte en uno de los grandes líderes en la lucha contra el régimen establecido. Delatado por la CIA, es detenido y entregado al gobierno siendo acusado de terrorismo, agitación de los trabajadores y salir del país sin permiso, como todo negro de bien. Total veintisiete años, hasta febrero de 1990. 
Por aquel entonces era Presidente un tal Klerk, que acompañó a Madiba en todo el proceso democratizador del país, incluso les reconocieron su labor con un premio Nobel conjunto, algo más merecido que alguno de los últimos. Mandela venció las elecciones de 1994 y fue presidente del país hasta 1999, cuando se retiró de la política voluntariamente. 

Y así, como un líder de masas, Mandela, quien fue capaz de unir a un país que no existía, con once lenguas oficiales y cientos de tribus parloteando y usando sus costumbres como normas con rango de ley, se ha ido. Ha fallecido el pasado 5 de diciembre. Madiba nos deja el mayor legado de superación habido jamás: 27 años en prisión encerrado por ser negro y capaz de salir y convertirse en el Presidente de un país que mira por la reconciliación como seres humanos que somos. Deja un mundo aplastado por las desigualdades, de ser negro, de ser mujer, o de tener una determinada condición sexual. Pero Madiba siempre quedara en el recuerdo como el gran estandarte de la defensa de los derechos civiles, de las clases, de las razas, en definitiva, de eso que llamamos ser humano y cuya declaración aprobamos en el seno de las Naciones Unidas y que no siempre hacemos demasiado caso. 

Hoy Johanesburgo también se ha vestido de luto para el día de los funerales de Estado. Ha llovido toda la mañana y un fuerte viento ha teñido de gris su fiesta de despedida; no quería permanecer impasible, como tal día de final de primavera y ha sido su manera de protestar. Raúl Castro y Barack Obama han decidido asistir; lo poco que queda de los polos de aquella Guerra Fría que vio pasar 27 años entre rejas. Yo me quedo con su legado, con su memoria, con sus ansias de reconciliación y con su afán de igualdad; pero sobre todo con una frase suya poco conformista, y es que "disponemos de la mejor herramienta para cambiar el mundo, la educación. Usémosla". Gracias, Madiba.

martes, 12 de noviembre de 2013

FILIPINAS, DONDE LA TIERRA TIEMBLA Y EL VIENTO SOPLA.

Como un mero contador de kilómetros. Así computamos hoy los muertos. Retirando cadáveres completamente hacinados entre los escombros del huracán. Tras una tormenta que sopla hasta devastarlo todo. Y luego nada. Hambre y miseria. El Caos y la desesperanza han tomado Filipinas. Y contando muertos tras el maldito tifón tan sólo encontramos indiferencia. La de una sociedad occidental que tiene vacío el corazón de los sentimientos y de la empatía. 

Tenemos la suerte de haber nacido acá arriba. En la parte del globo terráqueo más apta  para la vida humana. Las condiciones del clima así lo permiten; los desastres naturales apenas existenten en la vieja Europa. Evolución o selección. Pero así es. Vivimos en la mejor zona climática de la Tierra. Con unos recursos naturales escasos, pero no importa. Tenemos a tres cuartas partes del planeta trabajando para nosotros. Entre la explotación de recursos y el cólera inherente a los desastres como el causado por Hayan. Somos unos auténticos privilegiados y no somos conscientes de ello. Y para ahondar más en la herida sacamos a un grupo de científicos, muy estudiosos ellos, que lo único que hacen es recordar que con el cambio climático mundial estas catástrofes naturales serán más que habituales en los próximos años; lo que aquí es alarma allí es pánico. Bien.

Pena es que esta sociedad no pueda mirar al futuro. Hoy todos los telediarios del mundo mundial se apiadarán de sus almas. Incluso las de los muertos. Pena es que no sirva para nada. Y saldremos porque somos muy solidarios enviando millones de toneladas de ayuda humanitaria. Y médicos sin fronteras y cruz roja hablarán mucho y dirán poco. La ayuda se apila en montones sin sentido y totalmente desorganizada. Ahora bien, es entonces cuando tenemos que recordar que son éstos. Que éstos son los muertos de Lampedusa de hace unas semanas. Y lo único que hacemos es tener la poca vergüenza de pedirles papeles. A estas personas. Sociedad enferma. A éstos que son explotados y aplastados por un sistema que les condena a quedarse allí hasta la eternidad, extrayendo recursos de un planeta que no da para más y de una globalización que los condena para siempre a cambio de nada; hasta que puedan entrar aquí arriba y perder los sentimientos. Hasta que se olviden de donde la tierra tiembla y el viento sopla. 

martes, 29 de octubre de 2013

EL VALLE DE LA PLANTA 14.


Que verde era mi valle.1941. Es un film de John Ford, que le quitó el Oscar a la mejor película a Ciudadano Kane. Cuenta la historia de la familia Morgan, ambientado en valle minero galés a principios del S. XX. No sé qué lo mejor que tiene, la fotografía quizá, la banda sonora; pero yo me quedaría con la historia. La historia de una familia de mineros; de hijos de mineros; de nietos de mineros. No han cambiado tanto las cosas. La agrupación, los movimientos obreros, el sindicalismo, salarios pauperrimos y la seguridad en la mina.

Ayer tras dieciocho años sin fallecimientos de mineros en España esto volvió a ocurrir. Fallecieron seis mineros. Fue un escape de gas metano. De esos que matan de verdad. No huelen. No se ven. No hay alarmas y vas cayendo poco a poco al vacío hasta que todo se acaba. En la oscuridad. Teniendo como único testigo a la montaña, a la inmensidad de la oscuridad más absoluta y a cuatro compañeros que se agarraron a la vida antes de que el metano arrancara sus porvenires mineros. Porque uno es minero para siempre.

En los últimos meses la minería estuvo muy presente en nuestras sopas a las horas de comer. Bien es cierto que poco o nada sabíamos de un colectivo que lo único que hacia era mandar proyectiles caseros a los helicópteros de la guardia civil. O eso nos contaban. Eran unos bárbaros que habían llegado hasta Madrid. Que consiguieron por unos meses elevar la dignidad de la lucha de la clase obrera a categoría de derecho absolutamente inalienable. Tenían un único fin: mantener una jubilación decente tras una vida en condiciones infrahumanas. Es la única vía que tiene el Estado para compensar a estas personas que trabajan en un agujero a 800 metros debajo de la tierra y que hipotecan sus pulmones y su salud para siempre. 

Que verde era mi valle. Año 2013. El valle de Pola de Gordon. Cuenca minera de la provincia de León que en los últimos meses no ha despertado el más mínimo intereses de nuestra clase política hasta hoy. En qué desde la planta 14 han tenido que sacar los cadáveres de seis mineros. Hoy dieciocho años después de que sonara esta canción por última vez en las entrañas de una montaña astur-leonesa hemos tenido que volver a entonarla. Las cosas no han cambiado tanto, suena la misma música en aquel viejo valle y seguimos teniendo los mismos espectadores. Ayer disolvían sindicatos mineros y bajaban salarios. Hoy se hacen fotos. Mañana cerrarán la mina.

Que estas líneas no sean más que eso; el más sentido de los homenajes a todas aquellas personas que han dejado sus vidas en las entrañas de las montañas para siempre. Como la canción de Víctor. Como la película de Ford. En el valle de la planta 14.

martes, 8 de octubre de 2013

LAMPEDUSA, HISTORIA DE UNA INFAMIA.

Lampedusa. Nombre de una isla sita en el corazón del Mediterráneo, a 113 kilómetros de Túnez y a 205 kms de Sicilia, que en los últimos días está presente en los telediarios y titulares de todo el mundo. Era un barco como otro cualquiera, un barco abarrotado de vida que intentaba llegar a una tierra para sembrar esperanza. El barco llevaba unas 500 personas, de esas que hemos catalogado como inmigrantes ilegales. Ha naufragado y en el mismo han fallecido 363 personas intentando llegar a Europa. Esperaban alcanzar con ello un mundo mejor. 


Italia, como España, se ha sentido muy cómoda durante los años anteriores de la crisis, recibían mano de obra barata, quasi esclava, y tenían la complicidad de toda la Unión Europea, creyendo que alguno de estos inmigrantes subsaharianos llegarían a sus países y se aprovecharían de la misma manera. Pero hoy ese argumento ya no se sostiene. Europa no desea seguir recibiendo esa inmigración, pero las mafias del norte de África no están dispuestos a dejar de enviar sus cayucos y hacerse de oro. Hoy han detenido al supuesto traficante de seres humanos -infame profesión- da igual que haya sido él o no, no importa, va pagar ello porque tenemos 363 muertos encima de la mesa. ¿Contra el resto de sus compañeros de profesión? Pues nada, claro está, para eso están las mafias, los amigos del difunto Gadafi y del Sultán Marroquí. 

Luego está la responsabilidad de la Unión Europea, de Italia y de España, que no es lo mismo, y quizá no sea la ocasión, pero es igual. Mirando para otro lado. Ayer, hoy y mañana es el día, el momento adecuado para que demos un golpe encima de la mesa y aceptemos nuestra responsabilidad histórica. ¿Qué hace Italia de brazos cruzados mientras sus colonias están desintegrándose? ¿Dónde está la responsabilidad italiana en el proceso de descolonización? ¿Algún país del cuerno de África ha sido capaz de no convertirse en un Estado Fallido? Etiopía, Somalia, Eritrea, Sudán, son los países que remiten inmigrantes, asilados y refugiados al sur de Europa, a Italia principalmente, y qué. Muchos de ellos, además, son refugiados, y escapan de sus países porque son perseguidos políticamente. Les cerramos las puertas. No  queremos saber nada y forzamos que entren como inmigrantes ilegales porque no queremos enfrentarnos a los regímenes autoritarios de turno. Seguramente estemos siendo pagados en especias en dinero B. Veáse el claro ejemplo de la venta de armas italiana a los paramilitares sudaneses. 

Normalmente no hago demasiado caso a las cosas que dice el Papa de la Iglesia Católica, aunque he de reconocer que Francisco está despertando en mi un cierto interés un tanto inusitado. Fue su primera visita. Habla de la Globalización de la indiferencia. "Vergoña". Me gusta. Es la desvalorización total y absoluta de la sociedad en que vivimos. Contamos personas, muertos, hambrientos, sedientos, como si fueran simples granos de arena en un desierto infinito de calamidades.

Por ende, tenemos la obligación de extender la responsabilidad a todo el sistema. Un sistema que obliga a emigrar a estos 363 negros muertos de sus familias, a desprenderse de sus vidas y caminar hacia un horizonte que no existe. Les vendemos armas para que se maten, les expoliamos sus recursos naturales, les colocamos a regímenes que les persiguen y cuando llegan en barcos-pateras no les dejamos entrar y les llamamos y tachamos de ilegales; y en Italia, gracias a Berlusconi, de delincuentes, castigados con penas de prisión de uno a cuatro años. Los muertos adquieren de facto la nacionalidad italiana. No sé para qué. Para ir al cielo de Italia, que diría el gran José Luis Cuerda; que no sé si será mejor que el cielo de España, o que el cielo de Eritrea. Para nosotros es el día a día. Día tras día de la infamia y de la vergoña, que sigamos manteniendo un sistema que expulsa a sus ciudadanos de sus tierras y les manda al norte donde son ilegales y delincuentes.

martes, 27 de agosto de 2013

OCTUBRE ROJO


Y pasa y termina otro verano en Talavera de la reina. Ya el tercero. Diferente; como todos. Y revuelto, como siempre. Estas semanas son apáticas hasta para explorar.

Con la vuelta al cole arranca el curso político. En España un otoño caliente, o eso dicen los que saben. Yo prefiero un octubre rojo. Los otoños calientes solo sirven para indignar mucho a la gente y luego nada. Ni tan si quiera para echar a un miserable presidente del gobierno. Y terminaremos el cole allá por el mes de junio, con elecciones a un Parlamento europeo que no decide nada en una Europa que manda todo; sumisa al control de la Troika.

Y en el resto del mundo mundial quizá no lleguemos a ese añorado mes de octubre. Siria, Iran, Rusia, EE.UU. y la NATO se empeñan en teñir de sangre Oriente Medio, junto con otras -una vez más- supuestas armas químicas. Eso si han tenido que pasar dos años de guerra , 200.000 muertos y un millón de refugiados para que??!! Para esto?: Según el brillante ministro de exteriores británico la intervención se centrará en la destrucción de las supuestas armas químicas; y una vez destruidas, eso si, pueden ustedes seguir matandose. Aquí paz y después gloria. #Noatodaslasguerrasdeestemundo.

Me voy unas semanas de viaje esperando llegar hasta Leningrado. Otro septiembre. Hasta octubre. Otro octubre rojo. Noventa y seis años después de la Revolución que cambio el S.XX. Esperando traer la mochila llena de ideas renovadas, incluso para impulsar mi actividad bloguera y seguir explorando y haciendo mi camino.

Gracias a los que en estas semanas me habéis seguido preguntando por Explorando. 
Lo dicho. Nos vemos y leemos en octubre -rojo-. Salud.

miércoles, 15 de mayo de 2013

15 M DOS AÑOS DESPUÉS: LOS MOVIMIENTOS SOCIALES.

Las crisis agudizan el ingenio y son causas sociales fundamentales del inicio de las grandes revoluciones de la Historia. Hoy estamos ante lo que es , probablemente, la mayor crisis del capitalismo tras el crack del 29 y camino de superarlo.

Recuerdo perfectamente que los días anteriores y posteriores estaba en Italia, siguiendo el Giro, y cómo llegaban las noticias a través del wassap, twitter, o incluso la televisión, es lo que tiene el S. XXI. Las plazas de España se llenaron de personas durmiendo allí y que reclamaban que cambiara algo, que aquello que estaba aconteciendo en su país no estaba funcionando, que era injusto que unos pocos se enriquecieran a costa de la mayoría y que una generación de jóvenes tuviera que largarse con la maletas a cuestas, a lo Paco Martínez Soria, en busca de un mejor destino en la vieja Europa. Recuerdo perfectamente el llegar a Madrid camino de Sol.

Aquel movimiento era muy primitivo, el ocupar las Plazas era una simple reacción lógica a tal estado de indignación, el derecho legítimo que tiene cualquier ser humano a una pataleta y el fijar símbolos. Cualquier revolución que se precie ha de tener sus símbolos, y el del 15M había de ser Sol, la plaza de Sol en Madrid.

La clave para que hoy, dos años después sigamos recordando la fecha, son los primeros meses. El gran trabajo llevado a cabo en las Asambleas de ciudadanos, los barrios, la participación de los compañeros, el involucrarse, el ser partícipes de la toma de decisiones, el creernos que nuestra opinión cuenta, algo tan sencillo como dar el poder a la gente; vamos, una Democracia, pero de verdad.  El 15 M ha sido capaz de implantar un modelo de democracia participativa,  en el que seamos los interesados y afectados los que decidamos sobre lo que nos interesa, no un sistema cerrado dirigido por un partido que se turna en el poder con sus dos caras a cambio de nada y sin pensar en los ciudadanos, sometido vilmente al poder económico.

Y es de aquí de dónde surge el gran legado del 15 M, de ese movimiento tan heterogéneo, de esas asambleas en las plazas, que recogen las grandes demandas sociales, los infinitos atropellos del sistema cometidos en los últimos años y es capaz de canalizarlo en diferentes campos de actuación, y aunque algunos movimientos son anteriores, el aprovechamiento del 15 M por éstos es fundamental, la organización y el impulso de salir a la calle de todos los afectados del sistema es la gran herencia del 15 M, ese que dicen que ha perdido fuerza. Y quizá sí el 15 M, incluso ya no tenga por qué existir como movimiento, pero no importa, ya que el 15 M hizo la tarea más ardua, plantar el germen del cambio, de la revolución, dio origen a sus hijos, que hoy son inmensamente fuertes y es dónde están refugiados todos esos ciudadanos indignados del 15 de mayo de 2011. Stop desahucios, la PAH, la Marea Blanca, la Marea Verde, afectados por las preferentes, los Yayoflautas, Justicia para todos, los escraches o inmigrantes por la sanidad. 

Toda esa gente de las plazas de mayo hoy están juntando un millón y medio de firmas contra los desahucios para una iniciativa legislativa popular que ha sido reducida a la mínima en el Congreso; otro millón de firmas por la sanidad pública en Madrid, que está siendo externalizada o la creación de sistemas de arbitraje para la devolución de los 28.000 millones de euros que han sido estafados a miles de pequeños ahorradores en preferentes. Hoy todo ese movimiento se ha ido especializando para proteger al ciudadano, ya que el Estado no lo hace, si no que está arrodillado ante la Troika. Todos ellos, a su manera son 15 M. Independientemente de los millones de parados, que también, ¿todo esto no es suficiente para buscar una alternativa que funcione?

Y no, ni el 15 M ni ninguno de sus hijos han de convertirse en partidos políticos, eso sería su muerte, que obviamente es lo que quieren. No hay nazismo cuando pretendemos defender a las personas, cuando queremos que los inmigrantes y españoles tengan una sanidad pública, digna y calidad, sin tener que pagar 5 euros/día de hospitalización. No claudicaremos a desahucios que atropellen los derechos de los consumidores mientras son robadas sus casas. No cesaremos hasta que nos sean devueltos los millones de euros estafados en preferentes. Y no queremos una educación que nos condene para siempre a ser unos analfabetos seudofuncionales sin que seamos capaces de poder criticar cualquier alternativa a este sistema. No nos gusta, y por eso saldremos a la calle y nos uniremos a cualquier plataforma, movimiento o asociación que defienda esta idea. Hoy, 15 de mayo de 2013, feliz 15 M.

martes, 7 de mayo de 2013

ESE MADRID

Madrid, Madrid, Madrid; entona el estribillo de aquel viejo chotis que todos habremos escuchado en alguna ocasión. Pero Madrid ya no es aquella capital de la que habla la canción, ese Madrid que iba en blanco y negro hasta el Santiago Bernabéu, tomando esos barquillos que habías comprado en el Retiro, o buscando una de esas salas de cine de la Gran Vía, incluso aquella que se desmelenaba en la movida de los ochenta. Ese Madrid que genialmente retrata Garci -y no aburre- en Tío Vivo 1950. Hoy Madrid es la capital de la novena economía del mundo -aunque no lo parezca-, lo que significa mucho dinero. 

Desde los ocho años acostumbraba a pasar allí las Nocheviejas. Cuando eres pequeño los recuerdos que te quedan con el paso del tiempo suelen ser imborrables, y para mi francamente gratos. Así, lo primero que ahora me viene a la memoria de Madrid es atravesar el túnel de la A 6 y ver todo un inmenso paraje de luces, coches, naves industriales y centros comerciales por doquier, que idiotizan la mente de cualquier muchacho de provincias, que tiene sus primeros contactos con la cuna del Capitalismo en los primeros años 90.

Hoy España está destrozada por seis millones de parados, pero ves las cifras de Madrid y quizá no sean tan horrendas; por lo que no es sencillo aseverar que este modelo de crecimiento tan brutal no sea el más óptimo. La diferenciación entre señoritos y criados; entre la vieja tasca de barrio y los centros comerciales; los McDonals; los Starbucks o los teatros de siempre; los atascos, la hora punta del metro; o los escasísimos modelos de ocio alternativo, siempre sometidos a un consumo absolutamente desaforado. 

Sin embargo los números son los que son, y Madrid ha sido capaz de mantener las tasas de paro más bajas de todo el Estado - no deja de ser un gran centro económico mundial- y con EuroVegas o no, ha seguido creando puestos de trabajo. Qué puestos?, Cómo de remunerados? Qué condiciones laborales? Pues lo que hemos permitido, claro está, negociación colectiva y protección social a términos decimonónicos, salarios de obreros de hace treinta años en el 2013,... Por ello el sistema crea unos puestos de trabajo míseros y ruines, para que sigamos gastando lo poco que ganamos en alimentar el monstruo. Goya lo pintó hace casi 200 años en Saturno devorando a sus hijos.

Este modelo es el que tenemos y del cual sufrimos todas sus consecuencias y que hoy no podemos, no queremos y no nos atrevemos a cambiar. La manzana en forma de una inexistente libertad de pensamiento es muy poderosa, y cualquier alternativa es siempre sofocada por alguno de los alargados brazos del sistema: fuerzas de seguridad, medios de comunicación o partidos políticos. Sus engranajes son casi perfectos.

Pero hoy escribo estas líneas en uno de esos rincones mágicos que tiene esta ciudad, que sí que los tiene -pensando y divagando acerca de mi futuro-, el césped al lado del parque del Retiro, para rendirle homenaje a ese viejo Madrid del que hablaba el chotis, que se niega a ser devorado por su hijo. Y en eso estamos intentando, no morir cerrando hospitales, universidades públicas, colegios o correos. Ese Madrid cuna de revoluciones e infranqueable ante los franceses en mayo de 1808, el del No pasarán de la Guerra o la Residencia de Estudiantes. Por ese Madrid, por el viejo Madrid que no ha de morir nunca, no habremos de olvidar, como decía el Ché, que la única lucha que se pierde es la que se abandona.

lunes, 22 de abril de 2013

EL SURREALISMO DEL S.XXI

Tras la I Guerra Mundial, París, una ciudad que había sido abrasada por la guerra, una vez más renació de sus cenizas y volvió a alcanzar esa florecimiento cultural por el ha pasado en varias ocasiones a lo largo de su Historia; algo parecido a lo que ha acontecido en el Berlín de los últimos quince años. Las crisis normalmente vienen acompañadas de momentos de cambios, de un período en que es necesaria una reinvención. Eso es lo que trajeron Las Vanguardias, y concretamente el Surrealismo, ese movimiento que pretendía a través de cualquier arte plástica "explicar el funcionamiento real del pensamiento humano",  según lo que decía Bretón hacia 1924.

Pues han pasado 89 años desde el Manifiesto Surrealista, se ha adaptado y retorcido el término vanguardista hasta límites inimaginables, y es mucho más sencillo de comprender El Surrealismo, que las actitudes y comportamientos que derivan de aquel pensamiento humano.

Maratón de Boston el pasado 14 de abril de 2013. Un artefacto casero hace explosión causando tres muertos y decenas de heridos. Circunstancias extrañas rodean los hechos y toda la Nación Americana buscando a los culpables hasta en los jardines de sus casas, no pueden salir a la calles hasta que sin saber cómo ni dónde han conseguido darles caza. No es por menospreciar el modus operandi de las películas Hollyboodienses, pero hemos de saber montar ciertos tinglaos en su justa medida. Al día siguiente de la explosión, doce subsaharianos fallecieron en una patera intentando llegar a España esperando un futuro mejor. Evidentemente no sabían dónde venían, pero querían o les habían engañado a hacerlo, habían pagado a una mafia unos 4.000 euros y se quedaron por el camino. ¿Valen más los Bostenses maratonianos que los doce usuarios de la patera; alguien oyó hablar de esto último?. ¿Qué nos importan, los muertos, o dónde acaecen? No es demagogia, es la consecuencia del funcionamiento del pensamiento humano, es surrealismo puro, crudo, pero muy real.

En Mali, tras la intervención militar del pasado enero han muerto 8.000 malienses y en la frontera con Mauritania se ha constituido un campo de refugiados que acoge a unos 70.000 deportados de la guerra, dado que Francia y la Unión Europea tenían que defender su libertad en territorio subsahariano, como si esto fuera el Risk. Bretón, y otros surrealistas como Appollinaire o Dalí -en ciertas épocas- cuando creaban intentaban acercar sus obras al público llano, era el arte del socialismo, y como tal intentaban explicar su visión del pensamiento humano, de los sueños y de las emociones. En Mali no hay nada que explicar; y mucho menos que entender, por mucho que Hollande venga a darnos una lección magistral de qué es el neocolonialismo francés.

En España, país que vio a nacer a grandes surrealistas del S. XX, como Dalí, Buñuel o Miró, la señora que dirige el partido que sustenta al gobierno, ha comparado a los líderes de ciertos movimientos sociales con el populismo que apoyó al nazismo hace también noventa años. La Europa de entre guerras, como cualquier época de crisis, supuso un auge social e intelectual destacadísimo y hay que diferenciar al nazismo del surrealismo, aunque ambos términos finalicen en ismo. No es lo mismo quemar judíos que señalar con el dedo a personas partícipes de un sistema que ha generado miseria, desigualdad e injusticia allá por dónde ha pasado.

Pero sin lugar a dudas la gran obra maestra del surrealismo del S.XXI es la guerra de Siria. La sociedad fielmente reflejada en las Naciones Unidas permanece impasible en lo que los muertos se van acumulando en las cunetas de Damasco. Siria es un polvorín, no tiene grandes recursos naturales y, ¿para qué vamos a intentar detener el genocidio? Mucho que perder y poco que ganar. Difícil es ponerle números al conflicto, según las fuentes, pero debe andar rondando los 100.000 muertos y un millón de refugiados en los diferentes campos y fronteras sirias. Van pasando las fechas y se van añadiendo los ceros, como si no pasara nada, alargándose, como la persistencia de la memoria. 

Y hoy casi noventa años después de aquél Manifiesto Surrealista me veo absolutamente inane de encontrarle explicación a los acontecimientos que nos rodean, idiotizados por un sistema que medio nos satisface y no nos deja morir de hambre en el Norte y que silencia aquello que ocurre de Gibraltar para abajo. Qué razón tenía André Bretón, mucho más fácil aquel movimiento vanguardista, que explicar las reales consecuencias del pensamiento humano.

martes, 2 de abril de 2013

NOVARTIS Vs. INDIA: EL DÍA DE LA VICTORIA.



Literalmente Novartis significa nuevas artes, nuevas habilidades, con el objeto principal de facilitar nuevos y mejores medicamentos a los pacientes y médicos de todo el mundo. Qué bien suena, a que sí, ahora bien, ¿a qué precio?. Novartis no es Nike, Ikea, Coca cola, o cualquier otro símbolo del brutal capitalismo imperante hoy día; Novartis, es mucho más que todo eso. Es una empresa de medicamentos, y como tal, compra y vende salud. 

Novartis, como la conocemos hoy día nace el uno de enero de 1997, tras la fusión de tres grandes empresas químico-farmacéuticas del sector, Geigy-Siba y Sandoz. Estas empresas tienen sus orígenes a finales del S.XVIII y su gran explosión económica en la primera mitad del S.XX, aprovechando la coyuntura que generaron las dos grandes guerras. Tras la fusión, la nueva gran empresa instala su domicilio social en Basilea, Suiza. El grupo Novartis hoy tiene 130.000 empleados y opera en 140 países del mundo. Imaginenemos el volumen de millones de euros que pueden mover anualmente y el lobby que es para los Estados de todo el mundo, constituido como gran grupo de presión a la hora de comprar y vender medicamentos. Juegan con la salud de los habitantes de este planeta por un puñado de miles de miles de millones de euros. 

Novartis es un gigante de la investigación en el ámbito del desarrollo químico farmacéutico, llevan ya muchos años estando a la cabeza tanto en inversión como en resultados y extiende sus tentáculos a todos los centros de poder mundiales. Véase el claro ejemplo de la gripe A; sí, esa pandemia a nivel mundial que iba a traernos una gripe como la de 1917 y que iba a dejar los 7.000 millones de habitantes del planeta azul reducidos a la mitad. Vaya, no acertaron las predicciones, se inventaron una cuasi crisis humanitaria, de esas que salen por la tele, e hicieron que los Estados compráramos vacunas a cascoporro gastándonos miles de millones de euros absolutamente para nada. Se lo inventaron por qué les dio la real gana, para llenarse los bolsillos. ¿Y quién estaba detrás de la patente de la vacuna de la Gripe A? Sí, claro, la protagonista de nuestra historia de hoy.

Y al otro lado de la confrontación India, la duodécima potencia económica mundial, mil doscientos millones de habitantes; un índice de desarrollo humano paupérrimo y una distribución de la riqueza con una de las desigualdades mayores del Planeta. El Estado Indio tiene unas necesidades muy claras: su enorme población padece importantes enfermedades y los recursos con los que cuenta no son suficientes para hacer frente al pago de los medicamentos patentados por Novartis. Usan medicamentos genéricos amparados en la Ley India de patentes de 2005.

Ante esta situación India comenzó a conceder patentes a determinados medicamentos con el objeto de cumplir con los acuerdos comerciales internacionales, por cierto, muy bien negociados por la farmacéutica, y recogiendo en el mencionado cuerpo legislativo de 2005 la conocida como cláusula 3 d, que establece que no son patentables las modificaciones de medicamentos ya existentes, práctica conocida como "reverdecimiento de patentes", con el único objeto de extender el monopolio sobre el medicamento patentado.

Novartis presentó la primera demanda en protección de la propiedad intelectual en el año 2006, alegando que la norma iba en contra de los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio -organismo que se caracteriza claramente por velar por la igualdad de los conciudadanos del mundo mundial- y la Constitución India. La primera instancia dijo que no, pero Novartis apeló ante el Tribunal Supremo Indio. En el día de ayer, uno de abril, el día de la victoria, habemus sentencia y Novartis tuvo que hincar la rodilla, por lo que a partir de ahora ha de permitir que los conciudadanos de India puedan curarse con medicamentos  con precios accesibles a sus recursos, medicamentos genéricos que violan el derecho a la propiedad intelectual de Novartis, que no a la salud de los indios. Cuestión de bienes jurídicos que proteger; nada más.

Por desgracia hoy día, la investigación e innovación de productos farmacéuticos es financiada por los precios elevadísimos e inaccesibles del pago de los monopolios de patentes. Al otro lado unos pacientes y unos Estados que no pueden pagar estos medicamentos en los países en vías de desarrollo, que son los países más poblados y con mayor demanda, como es el caso de India. A ver si tomamos nota, y ya que tenemos que jugar a las normas del Mercado, juguemos, pero pensando en mejorar e innovar de verdad los medicamentos, y no en alargar las patentes de los ya existentes poniendo palos en las ruedas de la Salud de las personas, y siempre, una vez más, la de los más desfavorecidos. Basura de sistema aquél que va a proteger siempre a los más ricos, mientras veja la salud de los más pobres, incluso hasta la muerte.

martes, 12 de marzo de 2013

LA DELGADA LÍNEA ROJA.

La Revolución Bolivariana de Venezuela, dirigida por el comandante Hugo Rafael Chávez Frías, ni tan si quiera ha podido salir de su puerto tras las elecciones del pasado mes de octubre. Los peores auspicios se cumplieron y apenas cinco meses después de haber vencido rotundamente en los comicios falleció el pasado cinco de marzo. O quizá no, quizá ya había fallecido antes, incluso en Cuba. Poco se ha sabido de su enfermedad; menos se sabrá de aquí en adelante y nada ha de importar a partir de ahora. La Historia es así de cruel.

Lo más relevante de estos años del Chavismo es la puerta que ha quedado abierta y la senda del camino señalada con miguitas de pan. Para Maduro o quien corresponda. La Revolución de Venezuela ha de proseguir el camino iniciado, en nombre de la Justicia Social y de la igualdad queda mucho por recorrer. Maduro, como bien ha dicho, "no es Chávez, sino hijo de Chávez", y bien, ojo, pero no por ello hemos de creer que estamos por encima de lo divino y de lo humano; de las leyes y de la Constitución; e incluso por encima de la propia Revolución. Eso ya ha ocurrido y la Historia tiene muchos precedentes. Ya decían los romanos que es la maestra de la vida.

No es demasiado difícil de buscar, a pesar de su longitud, en su art. 233.2, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela prevé lo siguiente: "Cuando la falta absoluta del Presidente electo se produzca antes de la toma de posesión de éste -como es el caso de Hugo Chávez, que no pudo tomar posesión el pasado 7 de enero-, se procederá a una nueva elección universal directa y secreta dentro de los treinta días consecutivos siguientes -como ya han sido convocadas para el próximo 14 de abril. Bien hasta ahí.- Mientras se elige y toma posesión el nuevo Presidente se encargará de la Presidencia de la República el Presidente de la Asamblea Nacional". Lo que nos lleva a que el Presidente, en este período transitorio, habría de ser el actual Presidente de la Asamblea, Don Diosdado Cabello, parece claro, ¿no? Pues parece ser que no. No es necesario ser un fino jurista para percatarnos del pequeño detalle.

El pasado ocho de marzo, tras el funeral de Estado de Chávez, Nicolás Maduro tomó posesión del cargo de Presidente interino, hasta la toma de posesión del electo el próximo 14 de abril, con el beneplácito del Tribunal Supremo, que legalizó su triquiñuela judicial. ¿Le correspondía verdaderamente? O alguien se ha excedido en sus funciones atribuidas por Chávez en su último acto público? ¿Tanto nos costaba haber hecho las cosas bien otorgando la Presidencia interina a Cabello y presentar como heredero al trono del Chavismo a Maduro, como postuló el Comandante? 

Maduro ya ha desempeñado funciones importantes en el último Gobierno Chávez, tras haber dejado su puesto  como representante sindical. Buenas relaciones con los grandes de latino américa, Brasilia y Buenos Aires, el manejo del aparato del Estado unido al sentimentalismo tras el fallecimiento del Comandante otorgan a Maduro una victoria casi segura frente al candidato Capriles. La victoria será en nombre de Chávez.

Ante lo que ocurra las dudas me asaltan, y el tiempo, como siempre, dará y quitará razones, pero los caminos de la Revolución son peligrosos, y de ahí al despotismo muy delgada es la línea roja y en reiteradas ocasiones ha sido franqueada. Dicho esto, suerte a Maduro, que será la suerte de la Revolución Bolivariana, y por ende, del pueblo de Venezuela. Veremos.

jueves, 7 de marzo de 2013

A MIS VEINTE Y DIEZ.

Era el 13 de febrero de 1983 y aproximadamente las 21:30 horas de la noche, un domingo de carnaval muy frío  y con bastante nieve en las calles de Salamanca. Una pareja de jóvenes salmantinos, Ángel y Elena, acababan de tener a su primogénito. Un poco trasto. 


Nunca me ha importado demasiado el tema de hacer años, la verdad, y cambiar de década tampoco. Eso sí, estoy en un punto, en medio de todo, en que es recomendable echar la vista atrás y ver el camino recorrido, en los scouts lo llamábamos evaluación, incluso podría permitirme el lujo de decir DAFO; sí, quizá esté en un punto DAFO de mi vida. Me gusta, hay veces en que DAFO es necesario.



Una de las mejores cosas que he aprendido del Escultismo es a ver el vaso de mi vida medio lleno (art. 8 "El scout sonríe siempre ante los peligros y dificultades), haciendo todo lo posible para que ahí estén los mejores recuerdos. Hoy estamos acostumbrados a oír que uno se siente muy vinculado con el lugar en que creció. Yo mucho. Soy Salamanca 100%. Mi ciudad es en la que dio clase Fray Luis, cuya Universidad fue dirigida por Don Miguel de Unamuno, que paseaba entre los árboles en que Calisto declaraba su amor por Melibea, mientras Lázaro engañaba a su amo para darse de bruces contra las paredes de su muralla. Al igual que el Licenciado Vidriera supongo que habré quedado hechizado por la apacibilidad de su vivienda. 


Pero una vida son recuerdos, y éstos están en otra parte de mi ciudad; están en mi barrio, con mi gente, en el El Local de Linces, en un banco del Paseo de los Madroños, en La Casa de la juventud de Garrido y en Kandersteg. He crecido en el Barrio Garrido, mi colegio ha sido el San Mateo y el instituto el Francisco Salinas. Y al ver todo ello me vienen a la cabeza las pachangas en la segunda calle, la "Fanfu", la misa de los niños - que Dios me perdone- y los partidos en el colegio El Trebol, o los campos de la Escuela Municipal de Fútbol; La Casa de la Juventud o la cuesta del insti; los botellones. Las tardes sentados alrededor de un banco en el paseo de los madroños, comentando el gol de Midjatovic, el Tour de Pantani, las partidas de pocha en el Lagar, la piscina del Mediodía en verano y en invierno, ese gélido viento que soplaba al doblar la esquina de los cipreses para ir a clase.


Y cuando termina el instituto llega ese momento fatídico en la vida de las personas en que dices y... ahora qué? Bien, pues yo tampoco fui muy original y como otros chicos de esa edad decido estudiar Derecho. Sí, esa carrera que dicen que tiene muchas salidas y que luego no sirve absolutamente para nada. Empecé porque creía que podía cambiar el mundo, la manera de hacer las cosas: el paro, el hambre y cualquier otra pega a los Derechos Humanos que pudiera existir. Aunque más bien me parece que me he quedado por el camino. Qué le vamos a hacer, seré un filántropo frustrado.

Fueron unos años de fiestas, un cierto despiporre e inquietudes asomando por los pasillos de la facultad, me hago árbitro de fútbol y soy scouter de mi grupo. En estas que termino la facultad y uno decide vivir de aquello que ha estudiado y llevo ya dos años trabajando en Talavera de la Reina.

Estoy muy orgulloso de estos treinta años y más agradecido aun a todas las personas que han pasado por mi vida en este tiempo.  Y como he dicho al principio estoy en un punto DAFO de mi vida, y ahora, ¿qué? pues no lo sé muy bien, lo que tengo muy claro es que no quiero dejarme cosas por el camino y creer que se me han ido ciertas oportunidades. Así que a tirar de agenda y pa´lante. Empecemos.

PD: por ciertos motivos achacables a mi persona no he podido publicarlo en la fecha, que hubiera sido mi treinta cumpleaños.


jueves, 17 de enero de 2013

FRANCIA, MALI Y EL NEOCOLONIALISMO


Ha pasado ya mucho tiempo desde 1885; sí, aquél infausto año en que las potencias coloniales europeas decidieron juntarse en Berlín para ver cómo podían repartirse África. 128 años y seguimos exactamente igual. Ahora se llaman Francia y Mali, y resulta que nuestro vecino del norte, en un alarde de generosidad a espuertas, decide autonombrarse en defensor de la comunidad internacional y empezar a bombardear territorio malí. Porque sí y porque le da la gana a otro presidente socialdemócrata que llega al Eliseo con los misiles debajo del brazo y con el único objeto de remontar su popularidad. Maldita la popularidad de los caudillos de occidente.

La batalla que ahora se libra en el país de Bamako, arranca tras la derrota de las tropas pro Gadafi en Libia, a finales de 2011. Gadafi había sido capaz de reunir un grupo de Tuaregs, señores de la guerra made in Sahara, muy fieles a su persona, los cuales tras su asesinato quedaron huérfanos y huyeron hacia el sur, asentándose y campando a sus anchas en toda la zona del Magreb islámico. Así nos encontramos con la situación límite en la que los EE.UU. y su tradicional aliada, la U.E., se ven en la obligación de intervenir militarmente, ya que estos señores de la guerra están ocupando parte del territorio de Mali junto con la facción de Al Qaeda en el Magreb y están sembrando el terror en la zona norte del país.

Nos plantamos a 11 de enero de 2013, y Francia, legítimo heredero de la Nación malí, decide que no aguanta más y comienzan los bombardeos sobre las posiciones de Tuaregs/ Al Qaeda. La victoria militar de los aliados está muy cercana, la diferencia técnica y militar es aplastante, no habrá de dilatarse demasiado en el tiempo. Ayer fue secuestrada una planta de reserva de gas en territorio de Argelia por los islamistas. Hoy el ejército argelino decide intervenir liberándola y causando 35 muertes de rehenes y 15 islamistas.

¿Y los perjudicados? Los de siempre, la población de un quasi estado fallido como es Mali, doce millones de habitantes que a partir de ahora, gracias al Estado Francés y a la U.E., deambulará por los paraísos de la libertad, bien alejado del terror islamista. Pero por qué, ¿qué ha hecho la población Malí para merecer esto? Encima de tener un IDH bajísimo (0,36) y ser uno de los países más pobres del mundo tienes que aguantar que unos islamistas y los neocolonos vengan a pegarse en tu territorio causando miles de muertos, de deportados y creando campos de refugiados en el Sahel y a las puertas del Sahara, para garantizar la libertad y la seguridad. Sí, ¿de quién? Si alguien tuviera el más mínimo juicio diría ¿qué estamos haciendo?.

Cierto, Mali es un país con unos recursos naturales importantísimos (gas, petróleo, oro y diamantes), pero éstos están infravalorados por su seudo estado, que es absolutamente incapaz de gestionarlos y repercutir los beneficios en sus conciudadanos. Y sin venir a cuento, esta es la culpa directa que tenemos en occidente de lo que ocurre día a día en África, por qué no somos capaces de resolver nuestros problemas, y nos inmiscuimos en la gestión de los demás. Pero alguien se le ha ocurrido preguntar a los franceses por qué quieren dejar Mali como si el Sahara ocupara el 100 % de su territorio? ¿Quieren los franceses gastar el dinero de sus impuestos en bombardear al país 128º más rico del mundo? Otra herida más abierta en África, y otra vez en el Sahel, otra crisis humanitaria más. Hambruna, miserias, el cólera ya se ven a las puertas de Bamako, y luego abriremos una vez más los telediarios de occidente. Otra vez causada por los mismos de siempre y en la misma zona. Los malíes se mueren, pero gracias a Francia y a la U.E. morirán mucho más libres que ayer, qué duda cabe. 

Y siempre que veo y leo sobre estos temas me vienen al recuerdo esos versos de Miguel Hernández, escritos durante al Guerra Civil española, hacia 1938. "Tristes guerras, sino es amor la empresa, tristes, tristes. Tristes armas, si no son las palabras, tristes, tristes. Tristes hombres, si no mueren de amor, tristes, tristes".