Hoy es uno de esos días en los que escribir estas líneas se hace prácticamente solo con echar un ojo a la prensa en papel y digital, a los telediarios o a los solos rumores de pegar un oído a pie de calle, deporte muy practicado en casi todos los rincones de nuestra querida España.
Otro aspecto, que nos meten por la puerta de atrás de los PGE, que se llama ley de acompañamiento, nos quiere abrir "la puerta de la sed", que viene a decir algo así como que si tienes sed ya te las puedes ir arreglando tú solito, porque el grifo de tu casa va a dejar de echar agua en un tris. Seguiremos de cerca las decisiones del Foro Mundial del Agua, que no es un órgano oficial, pero sí una especie de declaración de intenciones de los Gobiernos. Habrá problemas, pero no creo que nuestros ojos los vean.
Galicia se quema, mientras, políticos de todos los colores solo saben imitar al inimitable Groucho Marx y no hacen más que pedir más madera y repartir culpas a la Administración del Estado para que modifique el Código Penal, en sus artículos relativos a la tipicidad de los hechos punibles contra el medio ambiente. Si lo que tienen que hacer está en la Xunta, y no lo han hecho durante años, sin querer ver el problema los políticos gallegos. De cada diez hectáreas que se queman en España, cuatro son en Galicia. Obsoletísimo sistema de partición de tierras tiene la culpa.
Muere un genio del lapicero con humor, Antonio Mingote, que desde 1953 alegra las mañanas de los lectores del diario ABC. Como él mismo dijo en su ya próximo epitafio con perdón, pero volvería a repetirlo.
Y por último mi querida mirada al Sur. El Chad se muere de hambre. Típica noticia que pasa desapercibida en el mundo desarrollado, pero no que puedo por menos que hacerme eco en esta pequeña ventana de la declaración de crisis humanitaria. Esto, como casi siempre, se traduce en cifras, frías por supuesto, pero reales, crudas y extremadamente repugnantes: uno de cada cuatro personas se está muriendo de hambre, están desnutridas y/o tienen meningitis.
¡Ah! Por cierto, que lo olvidaba, o quería, más bien; el paro vuelve a subir, ya no sé ni cuánto. ¿Culpa del primer mes entero de la reforma laboral? ¿o de las políticas y herencias de ZP y Rubalcaba? ¿Adivina adivinanza? Como para mear y no echar ni gota, vamos. Tanto monta, como monta tanto.
¡Hale, todos a beber cervezas y a ver el fútbol!
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