martes, 17 de enero de 2012

PAUSCH Y DE CÓMO LLEVAR UNA VIDA



En esta nueva entrada intento dar cabida a la magistral lección con la que nos brinda Randy Pausch, profesor de la Universidad de Canegie Mellon, en los EE.UU.  La conferencia está enmarcada en una serie de ponencias de la Universidad que hablan acerca de los sueños de las personas, y el profesor la envuelve a lo largo de su vida, contando cómo ha ido cumpliendo los suyos, dado que le ha sido diagnosticado un cáncer terminal en el hígado, y eso le hace tener una visión particular de casi todo. Sueños, ¿qué son los sueños? ¿Existen?. Randy Pausch desarrolla a través de un entretenido monólogo cómo ha ido cumpliendo sus metas en la vida. Incluso aquellas que eran poco factibles, como puede ser el convertirse en astronauta por unos instantes.


Desde el comienzo, la conferencia es una alegoría total y absoluta de lo qué es la vida, de una manera de vivir en la que él cree, en el trabajo, el esfuerzo, el ayudar a los demás como medios para alcanzar la felicidad, de conseguir llenar ese vaso que tan solo está medio lleno. Nunca habrá de verlo medio vacío.


Otro de los sueños de la niñez del profesor Pausch es, como el de casi todos los niños de las sociedades occidentales: ser deportista de élite. Es una auténtica lástima darte una vuelta por los campos de fútbol base de España y ver cómo esos niños reproducen al pie de la letra las actitudes que todos los sábado ven por la tele, o las voces o improperios que pueden escuchar - pero en fin, este no es el objeto de esta entrada-. Tenemos que asumir, como dice Pausch, que el deporte no es más que educación, salud, trabajo en equipo solidaridad, y que los niños lo practican por todo ello y no por ser famosos y querer ganar dinero. Bien estaría que un entrenador de estas categorías asumiera esta idea como suya y el día del partido más importante de la temporada hiciera jugar a todos sus chicos cambiados de posición, tal y como brillantemente el profesor cuenta en la conferencia.


Más adelante hace mención  a unas paredes de ladrillo que éste va colocando en su presentación, pudiendo hacernos pensar perfectamente que son los muros que detienen los sueños imposibles de estos jóvenes mortales; bien sea una chica que no vas a ser capaz de conseguir; el trabajo más deseado; o la ascensión a la cumbre más difícil. Quizá sí, pero no es así. Las personas creo que tenemos esa cadencia: vemos las situaciones tal y como nos interesan en determinado instante. Una percepción subjetiva del concepto del aquí y ahora. Esos muros lo que vienen a decirnos es el esfuerzo y el trabajo que hemos de llevar a cabo para alcanzar ese sueño concreto. Esos muros habrán de separar aquellos que desean algo de verdad y de corazón, de aquellos que lo desean durante tan solo un instante, como consecuencia de la mera concepción materialista en que vivimos. Como decía el profesor, esos muros sí que separan a los que trabajan por conseguir sus metas frente a aquellos que pronto bajan los brazos y se rinden.


Continúa el el Profesor analizando diferentes profesionales que le han marcado a lo largo de su vida, de las personas que pasan por la vida uno; de lo bueno y de lo malo, es decir, de todo aquello de lo que uno aprende, y que va forjando lo que uno es. Siempre se dice que uno aprende mucho más de las cosas malas que de las buenas, yo no estoy tan seguro de ello. Lo único que hay que hacer es pararse ciertos momentos en la vida a ver qué está pasando. Además cuando las cosas van bien las evaluaciones se realizan con un color más vivo, y  creo que son mucho más constructivas.


Finalmente el Profesor termina su ponencia enseñando al auditorio cómo la idea de estos 76 minutos no era enseñarles cómo han de alcanzar sus sueños en la vida, ni tampoco cómo él ha alcanzado los suyos; sino una increíble lección de cómo ha de llevarse una vida, de unos principios que han de inspirar la existencia de cualquier ser humano; el esfuerzo, el sacrificio, la constancia; sí, finalmente suelen traer como resultado los sueños, y dejan de ser eso, sueños, para convertirse en realidades. No es más que eso.


Esta entrada llevaba ya escrita cierto tiempo, pero la he readaptado y la he hecho pública el día del cumpleaños de mi padre y de Alberto Vaquero (uno de mis más viejos y mejores amigos, que me descubrió a Randy Pausch), quienes desde sus diferentes ópticas ha hecho que hoy sea un poco más yo, con mis sueños, realidades, ópticas, muros, constancia, ilusiones,...
¡Qué lastimero me ha quedado!


Aquí os dejo el link de youtube en que podéis tener acceso a la conferencia. Sobra mencionar la recomendación:  









1 comentario:

  1. grande mich!!!me ha gustado mucho, me apunto tu blog como lectura obligada!!

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