Las crisis agudizan el ingenio y son causas sociales fundamentales del inicio de las grandes revoluciones de la Historia. Hoy estamos ante lo que es , probablemente, la mayor crisis del capitalismo tras el crack del 29 y camino de superarlo.
Recuerdo perfectamente que los días anteriores y posteriores estaba en Italia, siguiendo el Giro, y cómo llegaban las noticias a través del wassap, twitter, o incluso la televisión, es lo que tiene el S. XXI. Las plazas de España se llenaron de personas durmiendo allí y que reclamaban que cambiara algo, que aquello que estaba aconteciendo en su país no estaba funcionando, que era injusto que unos pocos se enriquecieran a costa de la mayoría y que una generación de jóvenes tuviera que largarse con la maletas a cuestas, a lo Paco Martínez Soria, en busca de un mejor destino en la vieja Europa. Recuerdo perfectamente el llegar a Madrid camino de Sol.
Aquel movimiento era muy primitivo, el ocupar las Plazas era una simple reacción lógica a tal estado de indignación, el derecho legítimo que tiene cualquier ser humano a una pataleta y el fijar símbolos. Cualquier revolución que se precie ha de tener sus símbolos, y el del 15M había de ser Sol, la plaza de Sol en Madrid.
La clave para que hoy, dos años después sigamos recordando la fecha, son los primeros meses. El gran trabajo llevado a cabo en las Asambleas de ciudadanos, los barrios, la participación de los compañeros, el involucrarse, el ser partícipes de la toma de decisiones, el creernos que nuestra opinión cuenta, algo tan sencillo como dar el poder a la gente; vamos, una Democracia, pero de verdad. El 15 M ha sido capaz de implantar un modelo de democracia participativa, en el que seamos los interesados y afectados los que decidamos sobre lo que nos interesa, no un sistema cerrado dirigido por un partido que se turna en el poder con sus dos caras a cambio de nada y sin pensar en los ciudadanos, sometido vilmente al poder económico.
Y es de aquí de dónde surge el gran legado del 15 M, de ese movimiento tan heterogéneo, de esas asambleas en las plazas, que recogen las grandes demandas sociales, los infinitos atropellos del sistema cometidos en los últimos años y es capaz de canalizarlo en diferentes campos de actuación, y aunque algunos movimientos son anteriores, el aprovechamiento del 15 M por éstos es fundamental, la organización y el impulso de salir a la calle de todos los afectados del sistema es la gran herencia del 15 M, ese que dicen que ha perdido fuerza. Y quizá sí el 15 M, incluso ya no tenga por qué existir como movimiento, pero no importa, ya que el 15 M hizo la tarea más ardua, plantar el germen del cambio, de la revolución, dio origen a sus hijos, que hoy son inmensamente fuertes y es dónde están refugiados todos esos ciudadanos indignados del 15 de mayo de 2011. Stop desahucios, la PAH, la Marea Blanca, la Marea Verde, afectados por las preferentes, los Yayoflautas, Justicia para todos, los escraches o inmigrantes por la sanidad.
Toda esa gente de las plazas de mayo hoy están juntando un millón y medio de firmas contra los desahucios para una iniciativa legislativa popular que ha sido reducida a la mínima en el Congreso; otro millón de firmas por la sanidad pública en Madrid, que está siendo externalizada o la creación de sistemas de arbitraje para la devolución de los 28.000 millones de euros que han sido estafados a miles de pequeños ahorradores en preferentes. Hoy todo ese movimiento se ha ido especializando para proteger al ciudadano, ya que el Estado no lo hace, si no que está arrodillado ante la Troika. Todos ellos, a su manera son 15 M. Independientemente de los millones de parados, que también, ¿todo esto no es suficiente para buscar una alternativa que funcione?
Y no, ni el 15 M ni ninguno de sus hijos han de convertirse en partidos políticos, eso sería su muerte, que obviamente es lo que quieren. No hay nazismo cuando pretendemos defender a las personas, cuando queremos que los inmigrantes y españoles tengan una sanidad pública, digna y calidad, sin tener que pagar 5 euros/día de hospitalización. No claudicaremos a desahucios que atropellen los derechos de los consumidores mientras son robadas sus casas. No cesaremos hasta que nos sean devueltos los millones de euros estafados en preferentes. Y no queremos una educación que nos condene para siempre a ser unos analfabetos seudofuncionales sin que seamos capaces de poder criticar cualquier alternativa a este sistema. No nos gusta, y por eso saldremos a la calle y nos uniremos a cualquier plataforma, movimiento o asociación que defienda esta idea. Hoy, 15 de mayo de 2013, feliz 15 M.
Y no, ni el 15 M ni ninguno de sus hijos han de convertirse en partidos políticos, eso sería su muerte, que obviamente es lo que quieren. No hay nazismo cuando pretendemos defender a las personas, cuando queremos que los inmigrantes y españoles tengan una sanidad pública, digna y calidad, sin tener que pagar 5 euros/día de hospitalización. No claudicaremos a desahucios que atropellen los derechos de los consumidores mientras son robadas sus casas. No cesaremos hasta que nos sean devueltos los millones de euros estafados en preferentes. Y no queremos una educación que nos condene para siempre a ser unos analfabetos seudofuncionales sin que seamos capaces de poder criticar cualquier alternativa a este sistema. No nos gusta, y por eso saldremos a la calle y nos uniremos a cualquier plataforma, movimiento o asociación que defienda esta idea. Hoy, 15 de mayo de 2013, feliz 15 M.