martes, 9 de octubre de 2012

DEL COMANDANTE HUGO CHÁVEZ FRÍAS AL CHAVISMO

Era el año 1998. El mismo año en que Julio Anguita sufrió aquél fatídico infarto cardíaco por el que desgraciadamente tuvo que desaparecer de la escena pública; Irlanda aceptó los tratados de Paz del Ulster; Marco Pantani ganó Giro y Tour de Francia; Juan Pablo II visitó la isla de Cuba; Garzón inició la tentativa de extradición de Pinochet. Pero el seis de diciembre, el hasta entonces Comandante Chávez, vence las elecciones en Venezuela, tomando posesión el dos de febrero. Comienza una nueva era: El Chavismo.

En estos trece años Hugo Chávez se ha convertido en genio y figura de la escena internacional. Muy conocido es su programa de televisión "Aló Presidente", ya que es constante objeto de mofas y burlas por parte de los medios de comunicación europeos. Éste viene teniendo una duración media de unas seis horas, sí, habéis leído bien, y es emitido los domingos desde las once de la mañana. Seguramente Chávez lo utilice como la herramienta a través de la cual pretende llegar a toda la población, ya que la inmensa mayoría de los medios de comunicación venezolanos están controlados por los parapoderes de oposición al régimen, es decir, por los grandes lobbies norteamericanos. Tengamos en cuenta las políticas de Chávez, y que en Venezuela hay mucho petroleo. Tal es así que la oposición al Presidente controla el 82% de las frecuencias televisivas, y Venezuela no es muy diferente a España, por ende, la gente se informa a través de la tele, lo de leer un periódico... Así nos encontramos con que si Chávez no renueva ciertas concesiones televisivas a algunos medios de comunicación financiados con dinero norteamericano es un  dictador; ahora bien, si en España nos quitan el mejor programa de cine que ha habido en la televisión pública, o echan a Ana Pastor porque es muy roja, el motivo es de carácter económico. Cierto es que el programa no es más que una propaganda populista, pero de ahí a decir que no existe libertad de expresión, aunque con el nivel que se exhibe en la prensa española, tampoco es de extrañar. No da para mucho más a gran parte de estos juntaletras al servicio del Poder.

Muy conocido fue también, ya dentro de nuestras fronteras, el incidente que tuvo con el ocupa a la Jefatura del Estado, al que le espetó el "pero por qué no te callas" en una de esas cumbres Latinoamericas que no sirven para nada.

Pero algo que sí son claros en estos años son sus números, Chávez ha centrado su política en tres ejes fundamentales: en el exterior, el antiimperialismo frente a los todopoderosos EE.UU., con lo que muchos amigos con esto no ha ganado, más bien algunos amigos, ciertamente poco recomendables; la lucha contra la pobreza y la desigualdad; y lucha contra la inseguridad y la violencia, sin duda, el gran borrón del Presidente. Algo ha fallado claramente y ha de ser atajado sin ningún tipo de fisuras. Unos 4.500 homicidios acaecían anualmente en Venezuela hacia 1998, hoy esta cifra se acera mucho a los 18.000. Y ante esto ¿qué se puede hacer? Claramente lucha policial y administrativa, pero sobre todo, educar, fundamento de cualquier sociedad que se precie mínimamente.

Y de ahí arranco la última parte de mi argumentario. En los últimos trece años la República Bolivariana de Venezuela ha reducido los índices de pobreza del 48 al 27%, la población que está en índices de pobreza extrema del 24 al 11%, la tasa de alfabetización ha pasado del 89 al 96%, básico y fundamental con el objeto de atajar la delincuencia, que se reducirá ipso facto si aumenta el número de personas capaces de leer y escribir, y que están predestinadas a delinquir. Sí, predestinadas. Finalmente, el Índice de Gini, que estudia el desigual reparto de la riqueza en una determinada población, señala que Venezuela se ha convertido, a pesar de los pesares, en el tercer país menos desigual de Latinoamérica, solo por detrás de Cuba y Argentina. Y finalmente, en su segundo mandato realizó una gran reforma agraria, con algunas importantes expropiaciones, con el único objeto de dejar la tierra para quién la trabaja, que es quién se va a quedar con sus frutos, haciendo desaparecer la plusvalía del trabajador, asumiéndola como parte de su salario.

Pero sin lugar a dudas el gran el balance de los trece años de chavismo es su política. Ésta puede gustar o no. Gustará a quién pretende redistribuir la riqueza y luchar frente a la desigualdad y la pobreza. Gustará a aquellas personas que pretendan imponer la dignidad de las personas por encima del capital. Gustará aquellos, como decía Federico García Lorca, que bordaran en la Igualdad el amor más grande de sus vidas. Sin embargo no habrá gustado nada y será tachado de dictador a los amigos del capitalismo exacerbado que vivimos, a aquellos que desean la sumisión del individuo frente a las empresas, traducido en el consumismo imperante de hoy día. Así es, entonces, encontramos la respuesta al por qué Chavez es un dictador y está engendrando en Venezuela un régimen absolutamente despótico, no interesa que en un Petroestado como Venezuela se implanten políticas como las que está haciendo Chávez, aunque de ahí a lo que desee la población venezolana... 

El pasado 7 de octubre volvió a vencer en las elecciones al candidato de la oposición unida, Capriles. El mandato constitucional impulsa la continuidad de la Revolución Bolivariana de Venezuela, si la salud se lo permite, hasta 2019. Veremos.

1 comentario:

  1. Si querías ser algún día periodista del principal periódico del imperio del monopolio, has cavado tu propia tumba.

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