Madrid, centro del turbulento verano español de 2011. Antonio López es seguramente el mejor pintor español de la segunda mitad del S. XX, reconocido internacionalmente por sus vistas y paisajes de Madrid. López utiliza como pocos una mirada hiperrealista, un poco lúgubre, quizá, pero se queda aun corta de lo que es la amarga realidad. Una de las mejores lecciones del hiperrealista manchego, es la impresionante vista de la Gran Vía de Madrileña. Parece ciertamente desacompasada de lo que puede ser el paso del tiempo, del ajetreo de un día como cualquier otro; pero no es así, ahí tenemos un Madrid nuevo, libre, e incluso dirían algunos, revolucionario. Nada más lejos de la realidad, que hoy nos habita.
Una de las primeras lecciones que aprendí en la Facultad de derecho, es que hay un norma jurídica a la que llaman Constitución; que es superior a cualquiera de nuestro ordenamiento jurídico, y que todas las normas que dimanan en ese Estado, habrán de estar subordinadas a ésta, y que no la han de contradecir, ni orgánica ni formalmente.
El art. 1 de nuestra C.E. dice que España se constituye en un Estado Social y democrático de derecho. Abundante literatura jurídica podemos encontrar al respecto. Pero esto no sirve absolutamente para nada, es papel mojado, no hay Estado de Derecho, no hay Estado social, ni nuestro ordenamiento jurídico mucho menos se parece en algo a aquello que pudieron llamar Democracia, en la que los ciudadanos participamos de la toma de decisiones en las infinitas Administraciones Públicas nos hemos dotado. De eso, nada de nada.
El mundo de la mercatocracia, los países ricos, o lo que se les han dado en llamar, las Democracias occidentales creemos que por tener una norma que llamamos constitución, significa que vivimos en el mejor de los mundos, con el mejor de los sistemas, con unos derechos individuales absolutamente insuperables - no nos meten en la cárcel por decir lo que pensamos-, unas pretensiones sociales que dan gusto, un piso un coche, una familia que consuma - mucho a ser posible- y un trabajo que nos recuerda al gran Jack Lemon en "El Apartamento".
No somos más que súbditos de la mercatocracia, meros siervos del poder económico. No hacemos otra cosa que ver aquello que ponen en la tele, de escuchar la basura de música que pinchan en la radio, de llevar unas gafas muy modernas, o de ponernos unos pírricos pantalones, que anuncian las más aun tísicas modelos de turno. Por implementar estos comportamientos en nuestra reforma constitucional nos encontramos con una situación más que rocambolesca historia, resulta que de 350 representantes de la soberanía nacional, 316 votan a favor de la moción presentada por el partido único P.P.S.O.E. Abyecto el crimen el perpetrado por la formación en los úlitmos treinta años, pero más aun ha sido el llevado a cabo las últimas semanas.
En el fondo, puedes estar más o menos de acuerdo con la reforma, al fin al cabo son cuestiones puramente de doctrina económica; convocar un referéndum, o no. Pero es exactamente lo mismo, el súpermega partido único podíra mover un solo dedo, poner en marcha el rodillo, y tener un 90% de la población a su favor, si así lo quisiere. No hay más vuelta de hoja, es una modificación impuesta por el poder económico y saldrá adelante, sí o sí. El gran problema que yo veo son las formas, la Reforma Constitucional es realizada por unas Cortes que están agotadas, que están absolutamente deslegitimadas, y, que por tanto, carecen de la viveza constitucional para poder modificar aquello que en su día realizó el Poder Constituyente, allá por 1978. Además a través de un trámite de urgencia, para llevar a cabo un reforma plenamente ordinaria, pudendo tramitarse por unas Cortes renovadas, habiendo sido plebiscitadas en las elecciones generales del 20 N. Así no puedo más que afirmar que éstos han llevado a cabo un golpe de estado encubierto en toda regla. Maldita la suerte del día en que este Partido decidió autonombrarse en defensor de la Nación Española.
mix, ya sabes que me encanta como escribes y cada vez lo haces mejor.muchos columnistas de contraportada o editorialistas no tienen una prosa tan cruda y directa como tu.
ResponderEliminarahora bien mix, reconsidera ciertos mensajes que lanzas. esta muy bien que critiques al "partido unico".sabes que yo tambien lo hago. pero liarte a menospreciar los dones que se nos da solo por la suerte de nacer en las "democracias occidentales" es una afrenta a gente que nace al otro lado de la frontera y que mataria por tener una vivienda digna, comprar el coche la moto la lavadora y secadora y la barbie para su hija que anuncia por la tele la sociedad de consumo, o simplemente no hacerlo, poruqe es totalmente libre para elegir.
primero valoremos justamente lo que disfrutamos, que es producto de una larga evolucion social que otros no han tenido. luego pensemos en lo que nos falla y como arreglarlo.
pero sinceramente, criticar la sociedad de consumo gratuitamnte, o en base a argumentos como la esclavitud que representa y lo infelices que nos hace etc.... ya sabes que no lo comparto.