lunes, 13 de junio de 2011

¿Y LOS NIÑOS DEL RIFLE? ¿QUÉ?

2,5 Millones de kilómetros cuadrados. Árabe e inglés como idiomas oficiales. 41 Millones de habitantes. Un índice de desarrollo humano más que ínfimo, 0,379, que lo coloca en el puesto 154º que mide esta tasa de desarrollo. Uno de los países más pobres de África. Difícil de adivinar con estos datos, ya que, por desgracia, no son demasiado elocuentes, y sí son demasiado comunes. ¡Porca miseria!. Pero si digo que su capital es Jartum, muchos sabréis que la entrada hará referencia a la deplorable situación de Sudán, el país más grande en extensión de África.

Estos últimos días vuelve a aparecer en la prensa internacional, por, como casi siempre, una mala noticia. Ahora no es que el FMI vuelva a intentar chantajearle con una nueva expulsión, por obligarle a llevar a cabo políticas monetarias que han hundido al país en la más absoluta de las miserias, si cabe. No. Tampoco el asunto que nos trae ahora es una inflación disparada por 1000, que hace que el dolar con el que viven los sudaneses al día no sirva ni para un vaso de agua. En esta ocasión no iré por ahí.

Intentaré sintetizar el asunto. Sudán tuvo una cruentísima guerra civil, allá desde 1983 -año en que este blogero abrió los ojos-  y que se prolongó en el tiempo hasta 2005, en que un malogrado tratado de paz estableció la posibilidad de llevar a cabo un referéndum para la posible independencia del Sudán del Sur. La zona norte del país siempre quiso controlar al sur, que, paradójicamente, es más rico y fértil, lo cual no es poco para un país que está en medio de un desierto. El sur está plagado de diferentes etnias tradicionales Sudaníes, culturas, religiones, y.... falta en estas fiestas un tradicional invitado. Y sí, quien haya pensado mal ha acertado: el petróleo, y toda la cohorte que normalmente le rodean, las potencias coloniales y nuestras amigas las NN.UU., por medio del ya clásico programa "Petróleo por alimentos".

Sudán fue colonia británica, y, tras la II Guerra Mundial la descolonización se hizo, como en casi todos los sitios, mal, tirando a muy mal. Multitud de etnias y religiones, intereses y culturas, por ello, quieras o no la gestión de todo es inmensamente difícil.

Nos vamos a la zona Sur del país, el eje del problema, que en febrero plebiscitó afirmativamente por una independencia pacífica de la zona norte, Juba, sería su capital política. A unas cuantas horas de allí, atravesando caminos de tierra que se pierden, llegamos a Yambio, que es la capital de la zona Sur oeste del país, la llamada zona de la masacre. Desde 1987 lleva actuando en la región un ejército paramilitar llamado de liberación del Señor, que no necesita presentación: 3.000 muertos al menos contabilizados, 5.000 desaparecidos y 400.000 desplazados, con la consiguiente creación de los correspondientes campos de desplazados, vamos, lo que normalmente llamamos campos de concentración. Todos estos números quizá queden demasiado fríos, yo prefiero quedarme con las historias, que al fin y al cabo son las que hacen a las personas. Cuenta una ONG´d que trabaja en la zona que una niña de 14 años tiene MÁS PROBABILIDADES REALES de morir dando a luz que de terminar la educación básica. 1/10 niños muere en los primeros diez meses de vida; 1/7 muere en los primeros cinco años. Aterrador, increíble, pero cierto.

Además, como Jartum no quiere la independencia, para unirse a esta fiesta decide financiar la actividad de los paramilitares para amedrantar a la población sureña. Hay mucho miedo en la zona, especialmente en los más pequeños y sus madres, ya que éstos son reclutados para dejar sus casas; sus pueblos; sus juegos; sus pobrezas; y por qué no, digo yo, sus sueños, y todo para cambiarlos por un fusil, y empezar a disparar a todo lo que se mueve a su alrededor, como si no importara nada, como si con esa bala se fuera a terminar todo. Maldita la suerte. Pero bueno, no voy a caer en la banalidad de criticar a algo tan objetivo como la suerte, que no es la culpable, solo es una más.

A pesar de todo el ser humano es especialmente cabezota, y marca muy bien sus designios. Sobra casi decir, que, a pesar de todo, la zona sur optó por la independencia, aunque aun hoy están camino de ella. La violencia se ha apoderado del país más grande de África, sobre todo por hacerse con el control de Abyei, que es una de las pocas zonas que tiene fácil acceso al agua potable, que es otra de las grandes cruces que tiene el Sudán. Ahora toca terminar el proceso de independencia, a ser posible sin que estalle otra guerra civil. Seremos capaces de gestionar los movimientos del tablero? Los occidentales somos demasiado berzotas para apoyar una situación tan noble.


Con todo ello no pretendo hacernos a todos culpables de estas situaciones, claro está, sólo quiero hacer llegar realidades poco conocidas, que no salen apenas en las televisiones occidentales, y, en las que hay grandes injusticias, desigualdades y miserias. Tan solo miro por mi ventana. Hacia Sudán ahora.
Gracias.